Nuevo Gerente


Los nuevos Gerentes no se parecen a los viejos. Estos últimos, son predecibles: sabemos lo que les gusta y lo que no. En cambio, los nuevos, callan cuando deben hablar, hablan cuando deben callar, parecen estar de mal humor cuando simplemente son tímidos, pensativos, ambiciosos o vanos. Como todos los asuntos de negocios, este debe ser afrontado con gerencia estratégica y coraje. A continuación, algunas de las situaciones que enfrentaremos en estos tiempos de esperanza y ansiedad:

1. Bienvenida: contamos con sólo seis oportunidades de darle una buena impresión al nuevo jefe, pues eso es lo que le lleva diferenciarnos del resto. Sea coherente. No invoque los días en los que usted se sentaba a la derecha de Dios. Hay una nueva deidad y es preciso empezar de nuevo.

2. Primera reunión: hable pero no demasiado. Si se le ocurre algo cómico, calcule bien la jugada, pues inmolarse al principio de un nuevo orden es desaconsejable.

3. Primera tarea: no se esfuerce demasiado. Lo que hacemos diariamente es suficiente y seguramente expresa a cabalidad la cultura de la organización. Cualquier otra cosa exigirá demasiado de nosotros mismos y proyectará una imagen egoísta.

4. Llegar a un consenso: el grupo que se había establecido contexto al viejo líder se fragmentará durante un tiempo. Así que, mientras más rápido constituyamos un equipo de trabajo, mejor. El jefe encontrará así una organización cordial en la que podrá encajar sin mucho esfuerzo.